Breve historia de la Pachamanca, los 200 años de relaciones Perú-EE.UU. y PACHA como embajador culinario
🌎 KAYPI 2025: Donde la historia, la diplomacia y el sabor ancestral se dan la mano
El próximo 16 de julio, en el corazón diplomático de Washington D.C., celebramos 200 años de relaciones diplomáticas entre Perú y los Estados Unidos, un lazo que ha sabido crecer con respeto, cooperación y cultura compartida. Y qué mejor forma de conmemorarlo que a través de uno de los más profundos rituales culinarios del Perú: la Pachamanca.
🍖 ¿Qué es la Pachamanca?
La palabra “Pachamanca” proviene del quechua: Pacha (tierra) y Manka (olla). Es, literalmente, una “olla en la tierra”. Se trata de un método ancestral de cocción de alimentos en piedras calientes enterradas, usado por los pueblos andinos desde tiempos preincaicos. Más que una técnica, es un acto de comunión con la Pachamama, un ritual de agradecimiento a la tierra, a los ciclos agrícolas y a la comunidad.
Tradicionalmente, se cocinan tres tipos de carnes (res, cerdo, pollo o cuy), papas, habas, camotes, choclo y hierbas aromáticas como el huacatay y el chincho. La Pachamanca no es solo comida: es memoria viva, fuego sagrado, y celebración comunitaria.
🇵🇪🤝🇺🇸 Perú y Estados Unidos: 200 años de amistad
Desde 1825, cuando Estados Unidos fue uno de los primeros países en reconocer la independencia del Perú, ambas naciones han tejido una relación basada en el intercambio cultural, económico y humano. Hoy, celebramos esa historia de diplomacia con lo mejor de nuestra identidad: nuestra gastronomía.
👨🍳 PACHA: Peruvian American Chefs Association
Como parte de esta histórica celebración, PACHA —organización que reúne a chefs peruanos en los Estados Unidos— tiene el honor de presentar una versión moderna, portátil y simbólica de la Pachamanca. Adaptada a los nuevos tiempos pero con alma milenaria, la receta que
presentamos hoy busca honrar nuestras raíces y compartir, en cada bocado, el sabor de la historia viva del Perú.
Nuestra salsa uchucuta, a base de ají verde, huacatay y queso fresco, acompaña este plato como un homenaje a la creatividad serrana, donde el fuego y la tierra siguen dictando el ritmo de la cocina.